Noticias sobre situaciones de calidad de la vivienda y problemas de la vivienda en el país

Monday, October 16, 2006

Desde Valparaíso....

Sueños mal construidos
[extraida de www.granvalparaiso.cl, noticia original en: http://www.granvalparaiso.cl/servicios/Ensartes/inmobiliario.htm]


Muchos flamantes propietarios sufren sucesivas desilusiones por la mala calidad de sus viviendas, atribuible a la injerencia de empresas contratistas inescrupulosas


María Isabel Urízar Ruz, ingeniero agrícola, Quilpué
(09/12/05)

EN EL ÚLTIMO tiempo hemos sido bombardeados por los bancos con atractivos créditos y tasas de interés que nos han hecho caer en la tentación del sueño del chileno, la casa propia. Por otra parte, las inmobiliarias nos han seducido con sus hermosas terminaciones y precios, tanto en departamentos y como en casas, que a más de alguno le han traído desvelos de tanto imaginarse y sacar cuentas, a ver si le alcanza para comprar. Pero, ¡cuidado!, las inmobiliarias tienen su lado "B"; como decía mi abuelita QEPD: “no todo lo que brilla es oro”.

Después de despertar del enamoramiento de que fui objeto por la inmobiliaria de mi nuevo departamento, me di cuenta de que nos falta demasiado por saber antes de adquirir un inmueble nuevo y también ignoramos la forma en que operan estas grandes empresas, que, a decir verdad, dejan mucho que desear. Y se los digo por experiencia propia.

Tras ocupar sólo tres semanas mi departamento nuevo, por el que debo pagar un dividendo de $260.000, me encontré con muchas sorpresas bajo este lindo piso flotante mal colocado, tras esas cerámicas pegadas con una pincelada de becrón y tras un papel mural mal puesto por algún verdadero principiante, en filtraciones, desniveles de piso, rotura de lozas, etcétera, un sinfín de detalles que me pasaría todo un día contando.

Imaginen todas las pifias encontradas en sólo tres semanas; y la gran pregunta: ¿por qué pasa esto? Les contesto de inmediato. Todas las empresas constructoras trabajan con personajes de muy mala reputación en Chile, como son los contratistas. Estos personajes, aparte de querer tomar todas los trabajos que se les presentan, quieren pagar el mínimo a los trabajadores especializados (ceramistas, pintores, etc.) Los personajes de mala reputación contratan a cualquier persona que coloque o haya visto colocar un cerámico. El resultado de la búsqueda y contratación de trabajadores mentolátum es desastroso para aquellos como nosotros que queremos una casa para toda la vida; y, sin embargo, no será para toda la vida, ya que la calidad de los trabajos es tan mala que a duras penas efrecerá una década de habitabilidad.

Uno elige por el prestigio de las grandes inmobiliarias de la Quinta Región, y sin embargo debemos tener presente que gran parte de la mano de obra de estas inmobiliarias la aportan los contratistas, transformándose este servicio en una verdadera trampa mortal y económica para nosotros y nuestras familias. Queda un manto de dudas en cuanto a la calidad y seguridad de la construcción misma y de los materiales empleados, a la intempestiva hora en que se presenten desastres naturales, tan habituales en nuestro país.

Por eso estimados, sólo quería compartir mi experiencia, para que al momento de comprar, se hagan asesorar por un constructor o arquitecto, o incluso por algún maestro de la construcción con años de circo, para evitar así la desprotección en que lamentablemente nos encotramos los ciudadanos de a pie en un país en el que se trabaja al filo de las normativas. Ojalá que podamos cambiar esta mentalidad y que al menos se trabaje con honestidad en la construcción del sueño de todo chileno: la casa propia.


COMENTARIOS DE LECTORES

* La Justicia ampara abusos de empresas constructoras
Mercedes Gutiérrez R

Desde hace meses tengo presentada una demanda contra Euro Inmobiliaria por problemas en el departamento que me entregaron en marzo 2005, en el centro de Santiago. La Inmobiliaria ha dilatado el proceso y los tribunales piden y piden antecedentes y acepta que los grandes inversionistas se aprovechen de los ilusos que soñamos con la casa propia.

Incurrí en gastos, soporté los ruidos, el polvo, las inundaciones; pagué a una persona para que dejara transitar durante los meses de mayo y junio diariamente a los maestros, pero nada de eso le basta a la Justicia. Debo seguir esperando que los señores inversionistas agoten su baúl de mentiras para dilatar la causa. ¿Cuándo resultaremos ganadores los trabajadores esforzados que soñamos con tener un espacio donde vivir tranquilos? ¿Hasta cuándo los tribunales avalan los abusos en perjuicio de los más desposeídos? ¿Quién nos ayuda en estos casos?

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